Por Ossum
El tratamiento comienza con una pequeña extracción de sangre al paciente, similar a una analítica (entre 5 y 8 mililitros) A esa sangre se le añade una pequeña cantidad de anticoagulante y se somete a un proceso de centrifugado para conseguir extraer la fracción más rica en plaquetas. Una vez centrifugada se somete a un proceso de pipeteado para separar la cantidad más rica en factores de crecimiento que son los encargados de estimular la capacidad regenerativa y curativa del propio cuerpo, facilitando la recuperación de lesiones y cicatrización. Una vez separada la parte más rica en factores de crecimiento del plasma se le añade una proporción de cloruro cálcico para activar los factores de crecimiento y se infiltra en la zona afectada por la lesión o dolencia. El tratamiento completo normalmente consta de tres infiltraciones con un intervalo de descanso de una o dos semanas aproximadamenteentre ellas. Por norma general el tratamiento no requiere de ingreso hospitalario ya que se realiza de forma ambulatoria. Tras la infiltración de plasma rico en factores de crecimiento el paciente puede hacer vida normal guardando un reposo de 24 a 48 horasde actividad deportiva o esfuerzos intensos. Esta recomendación siempre dependerá del tipo de lesión que queramos tratar y de las pautas que dictamine nuestro médico, al igual que el intervalo de descanso entre infiltraciones. El tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento no es doloroso por lo que no requiere de anestesia, salvo en situaciones excepcionales en los que la lesión o la zona a tratar lo requieran. Por ejemplo en la cadera donde se suele realizar bajo anestesia y guía ecográfica, por lo que es necesario realizarlo en quirófano.
Quienes deseen este tratamiento deben sacar turno con el Dr. Ricardo Bianchi.